sábado, 23 de noviembre de 2013

¡¡Vive cantando!!

Este sábado ha estado lleno de cambios, para empezar, nos reunimos por la mañana en vez de por la tarde y tuvimos que cambiar los juegos que teníamos preparados en el parque de las Rehoyas por culpa de la lluvia. Así que la final nos reunimos con las amigas del bosque a las 11:00, en realidad la hora prevista era a las 10:00 pero las amigas del bosque son unas gandulas y llegaron tarde!

Para empezar, Kata la Suricata nos contó un cuento en el que aprendimos lo importante que es ayudar a los demás y a respetarnos los unos y los otros a pesar de nuestras diferencias. Para contar el cuento, Kata nos pidió ayuda y con los instrumentos que hay en el local ambientamos el cuento.

Después nos acordamos de que Malak nos suele dejar cada semana una carta en el buzón, así que fuimos a por ella al buzón y nos encontramos tarjetas con los nombres de todos los continentes que forman el planeta tierra: Europa, Asia, Oceanía, África y América. Los castores ya conocíamos los continentes por la actividad que hicimos en el parque de Santa Catalina, así que nos sonaba ya de antes y sabíamos muchas cosas sobre ellos.
Malak nos pidió que dibujáramos los continentes y así construir nuestro mundo, y eso hicimos, nos quedaron unos mundos chulísimos y nos los llevamos a casa para enseñárselos a los papás.

Cuando terminamos nuestros dibujos, nos dieron muchas ganas de cantar y de tocar instrumentos, así que cogimos el cancionero y nos pusimos a cantar un buen rato, hasta que nos dio hambre y quisimos desayunar. Como siempre, compartimos lo que trajimos cada uno ya que el lema de los castores es “Compartir”.
Mientras desayunábamos Malak pasó por el local y nos dejó tarjetitas con mensajes ocultos, pero no nos lo puso fácil y tuvimos que buscar cada trozito de papel por todo le local. Cuando los encontramos todos, nos dimos cuenta de que eran frases escritas y divididas por colores. Los dividimos en grupitos según el color en el que estaban escritas y al ordenar las tarjetas vimos que se trataban de los consejos de Malak que están escritos en la pared de la madriguera y hablamos de ellos y de lo importantes que son para nosotros los castores.

Por último, evaluamos el día: el cuento, el juego de Malak, la actividad de cantar y tocar los instrumentos y sobre todo, nuestro comportamiento, ha sido una mañana divertida y un poquito improvisada por todos los cambios pero aún así lo hemos pasado genial.

¡Hasta el sábado que viene!


Besitos y cosquillas.

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