sábado, 30 de noviembre de 2013

¡¡POR FIN NOS FUIMOS DE CAMPAMENTO!!

Si si, nos fuimos de campamento. Para algunos era la primera vez que nos íbamos de campamento, para otros era la… buff quién llevará las cuentas…

Todo empezó un sábado de otoño en la Plaza de Santa Ana donde nuestros papis y mamis se despidieron de nosotros. Cargados de emoción, y de bártulos, nos pusimos rumbo al Colegio Montessori, donde nos quedamos a dormir. No fue un trayecto muy largo pero fue ideal para empezar a conocer a nuestro nuevo amiguito, Nico.

Tha, ese elefante elegante que apareció como por arte de magia subido en una bici, nos enseñó el cole. Maravillados nos quedamos al ver sus instalaciones, sobretodo con el cajón de arena.

Y con un fuerte COMPARTIR empezamos las actividades. Conocimos a Ojo de Halcón que nos comentó que había visto pista por diferentes sitios y nos invitaba a buscarlas y descubrir ese gran tesoro que escondían. Y así lo hicimos. Pasamos por la Plaza Santa Ana, Triana, San Telmo, el Hiperdino, otra vez por la Plaza Santa Ana y, por último, acabamos en el Montessori. Mientras buscábamos y pasábamos retos, entramos en Tiger (¡qué tienda más magnífica), vimos a una de las tropas del 105, vimos numerosos espectáculos por medio de Triana, nos dejaron hacer burbujas gigantes de jabón, nos regalaron lazos rojo, caramelos y pegatinas.

Nada más llegar al colegio, nos lavamos las manos y nos pusimos a comer, que ya nos rugían nuestras tripitas.

En el tiempo libre disfrutamos todos juntos del cajón de arena, que tanto nos había llamado la atención.

Ya a las cuatro de la tarde, empezamos con el taller que nos había traído Burbujas, un taller de chupa chups de chocolate, bueno… a lo mejor no nos salió como debería, pero bien ricos que estaban. Los pusimos en la nevera, y mientras esperábamos volvimos al cajón de arena.

Nuestra merienda fue los chupa chups que habíamos hecho anteriormente, mmm que rico.

Una vez recogido todo el destrozo de la merienda, nos fuimos a la Plaza de Santa Ana a jugar un ratito. Más bien decidimos lanzarnos y perseguir a las amigas del bosque jejeje.

Al llegar, ya se hacía la hora de empezar a preparar la cena, la preparamos entre todos, porque como dice Malak, “Todos necesitamos tu ayuda”. Pero parecía que nunca se iba a calentar la sopa, así que, nos fuimos a jugar mientras Mota preparaba la cena.


Por último, nos lavamos las paletas, nos pusimos el pijamita, nos contaron un capítulo del “Estanque de los Castores” y nos pusimos a soñar, que ya era hora.

Comenzaba un nuevo día con el sonido del despertador de las amigas del bosque, ansiosos estábamos esperando que nos vinieran a despertar para poder descargar todo la energía mañanera que surgía de nuestro interior.

Como buenos castores y castoras, recogimos todo en un plis plas. Mientras se hacía el desayuno Mota nos deleitó con la gimnasia de la mañana.

Terminamos de desayunar y dio comienzo nuestro Estanque de Nenúfares seguido de las ceremonias. Tenemos buenas noticias, les queremos presentar a nuestros nuevos pequeños castores, Fuego y Lava.

Y para terminar recogimos todo dejando cada cosa en su lugar y nos volvimos a la Plaza Santa Ana donde nos esperaba nuestros papis y mamis.

¡QUÉ BIEN NOS LO HEMOS PASADO!

BESITOS Y COSQUILLAS

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